Cómo
despertar el deseo de aprender de los niños.
Muchas veces los
problemas escolares de los niños están producidos por una falta de
motivación. Ahora bien, ¿qué podemos hacer nosotros los
profesionales, para despertar en ellos el deseo de aprender?
Ante
algo aburrido y monótono, hay que recurrir a la imaginación para
encontrar algún aspecto que les despierte el interés.
Para que
los niños se sientan motivados es importante:
- Despertar el interés por lo que está trabajando en cada momento en clase.
- Hacerle ver la importancia de cada cosa, de cada tema que aborda.
- Animarlo para que renueve sus expectativas respecto del aprendizaje.
No es suficiente con tener capacidad, conocimiento,
tener los elementos necesarios y estar en un buen estado físico y
psíquico para ponerse a trabajar. Hace falta, además, el
entusiasmo, las ganas de hacer cosas. La disposición para el trabajo
debemos creárnosla nosotros mismos.
Como profesionales nuestro
deber es ayudarles a encontrar el entusiasmo para hacer las cosas. Si
les enseñamos a ilusionarse, a tener curiosidad por todo lo que
hacen, seguramente lo harán mejor.
Para incentivar el entusiasmo
tanto pequeños como mayores podemos:
- Proponerles metas pequeñas
- Valorar los éxitos logrados.
- Tener ganas de aprender cosas nuevas.
- Descubrir cómo trabaja mejor, por ejemplo, en un lugar determinado, con cierta música, a qué horas, en qué posición, paseando… El ambiente adecuado potencia las ganas de trabajar.
Hacerse preguntas sobre las cosas es un buen
síntoma de curiosidad. Quien siente mucha curiosidad, adquiere con
el tiempo muchos conocimientos. El preguntar en clase es muy
importante, para vencer la timidez y plantear dudas siempre que éstas
acudan a su mente.
Potenciar la fantasía, tener a alguien que nos
sirva de ejemplo, escoger los propios métodos son recursos a los que
se puede acudir para conseguir mayor motivación. Los niños suelen
tener como ídolos a personajes famosos.
“No es que yo sea muy inteligente,” dijo Albert Einsten una vez. “Es que yo persevero más
ResponderEliminartiempo.”
Es revelador que uno de los genios más grandes de nuestro tiempo haya explicado su éxito de
esta manera. Einstein reconoció que debía sus logros a su increíble perseverancia, y no su
inteligencia superior. Él tenía la motivación para triunfar.
Por supuesto, no todos tenemos la capacidad de proponer una teoría que cambiará el curso
de la ciencia para siempre. Pero todos podemos usar la motivación para alcanzar el éxito personal, desde una temprana edad. Los estudios han señalado una y otra vez que los niños motivados
se desempeñan mejor en la escuela, no necesariamente porque creen que tienen que ser los
mejores, sino porque están dando lo mejor de sí.- Elena Nocera
Me gusta mucho el tema, con chicos pequeños en casa, creo que es fundamental ayudarles e incentivarle. Dedicarles tiempo para que todas esas preguntas que tienen se resuelvan y les creen mas, mas ganas de saber. Son esponjitas de pequeños y no nos damos cuenta que tienen facilidad para aprender sobre todo, y como toda capacidad, sino la usan al final la pierde.
ResponderEliminarCreo que la motivación está relacionada con el aprendizaje significativo y en el caso de los niños, solo se interesan por aquello que está relacionado con su vida cotidiana.
ResponderEliminartema muy interesante y bonito de leer,enhorabuena...te seguiré
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